¡Se buscan alcaldes capaces!

Leonardo Rivadeneira
Hablar de la provincialización es tiempo pasado, pero es presente, cuando se analiza el porqué de aquello, es sabido que hubo hasta dubitaciones de los líderes políticos en ese proceso, quizá porque la lucha era dura, no dependia sólo de los peninsulares, sino de otros actores, al fin se dio aquello un noviembre del  2007.

A partir de esa fecha, los mismos integrantes de esa directiva, los mismos actores que fueron respaldado por el pueblo debieron no bajar la guardia y emprender el cambio por cuenta propia, no esperar que cambien las cosas por fuerzas externas.

El primer cambio que ocurrió fue la llegada de nuevas instituciones, se creó una gobernación, direcciones provinciales de los distintos ministerios, así como entidades policiales, de tránsito y la prefectura de la provincia de Santa Elena, entre otras, es decir creció la burocracia.

Debido a esta nueva categoría el gobierno emprende la construcción del terminal terrestre, el aeropuerto, el hospital Liborio Panchana, la planta de gas licuado en Monteverde, absorbe los puertos pesqueros artesanales ante la incapacidad financiera del municipio de Salinas. Los ministerios gubernamentales emprenden acción sociales en salud, en capacitación agraria y hasta inversiones para auxiliar a este sector empobrecido, contamos con buena carreteras, tenemos todo para salir adelante, pero no se observa progreso.

Los burgomaestres locales no han captado que su verdadera función es administrar pensando en mejorar las condiciones de vida de sus conciudadanos,  se observa que unas administraciones municipales han gastado unos cerca de cien millones de dólares, otros ochenta millones de dólares en este último período, cómo es posible que la provincia no cambie y  no mejore la economía de los peninsulares. ¿Han estado haciendo la tarea mal?, ¿ Han pensado en el ciudadano que le dio su voto?, nos jactamos que  somos una provincia turística, sin embargo no ofrecemos las comodidades a los turistas como deberíamos.

Aunque duela decirlo, cuando el frío acecha en la playa y en el campo, que lugar alternativo puede vistar el turista. Ninguno. Es que nuestros alcaldes en las últimas décadas han sido miopes, tampoco se han dejado asesorar, así los tres cantones, no tienen mucho que ofrecer a los turistas, con eso se limita el progreso de  los taxistas, los dueños de restaurantes y sus empleados, los diversos comercios, artesanos y más.

La delincuencia le gana al progreso de la provincia de Santa Elena y nuestras autoridades no saben aún porque está pasando esto.

Ahora que se viene nuevas elecciones seccionales hay que presionar para que los próximos candidatos den una explicación de cómo van a cambiar esta extrema pobreza de la población santaelenense. Sino se analiza la capacidad de los alcaldes, seguiremos hacia el despeñadero inevitablemente.
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