¡Políticos sin verguenza ante su pueblo!

Leonardo Rivadeneira
Va contra natura que una provincia limitada en la economía de sus habitantes, deba soportar campañas millonarias para ser elegidos o reelegidos, a tal punto que algunos en la incapacidad de lograr afianzar esos votos, llegaron a dar dádivas a sus posibles electores, dando un mal ejemplo a la ciudadanía, que necesitada como está,  espera que lleguen los candidatos de turno  y visiten su terruño,  para ver que ventaja sacan  de las desventajas que le ha dado la vida.

Sorprende inclusive que los mismos candidatos sólo hablan del pueblo y sus limitaciones cuando están en campaña política, pero ¿qué han hecho por ellos, cuando eran candidatos? Lo más vergonzo, es que ellos mismo no saben, lo que tienen que hacer por cambiar esta realidad crítica para la economía de la mayoría de los habitantes de esta provincia. Es decir no ha existido la preparación, la capacitación, el aprendizaje, que hubíeramos deseado. Están tan limitados la mayoría de los políticos, que no tienen idea de cuántos años más necesitamos para marcar una pauta de desarrollo sostenible. 

Algunos utilizan la fecha de provincialización como plataforma política. Deberían darles verguenza a esos políticos que quieren seguir viviendo de un tema que aún no genera el desarrollo que todos pensabamos, por culpa de los mismos que lideran la provincia, que durante la presentación de las virtudes que existía en este territorio marcaron, al petróleo, el turismo, el comercio, la agricultura  llamada el granero de América,  como puntos altos de desarrollo económico, sin embargo, a la fecha ¿cuánto hemos avanzado?. Seguramente que poco.

No es del pueblo la culpa. El pueblo ayudó a esta gesta de provincialización, sino los políticos de aquel evento no llegaban ni a la esquina. ¿Porqué ayudaron los peninsulares de a pié? porque veían en esos líderes la esperanza de un cambio que le sigue siendo esquivo al pueblo, que espera y espera. Así esperan los abuelos, los padres, los hijos y probablemente hasta los nietos por un verdadero liderazgo, político, social y comercial que no se da por las limitaciones de nuestros líderes de turno que han demostrado además mezquindad ante esta realidad que preocupa.
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