Leonardo Rivadeneira |
Cuando fundamos este periódico, lo hicimos con el propósito serio y responsable de contribuir al mejoramiento de la calidad de vida del peninsular, especialmente en lo educativo y cultural, colaborar en lo que podamos para alertar a las autoridades de elección popular a que cumplan con la comunidad santaelenense en su objetivo del buen vivir.
Sabíamos que estos propósitos aparentemente sencillos no serían fácil de alcanzar en un ambiente como el peninsular, acostumbrado a la excesiva inversión en la promoción de la imagen de aquellas autoridades de turno. Sin embargo, estamos optimista de lograr algún cambio, para que se haga hábito el buen uso de la educación y la cultura que salvará a esta provincia y la proyectará en el mapa turístico a todo nivel
Algunas autoridades creen que porque tienen “amistad” con nosotros, debemos omitir sus falencias, o no publicar su mal proceder porque afecta su ego, pesa para nosotros más la comunidad peninsular, la gran masa, ante que la "amistad" de determinados personajes que muchas veces son aves de paso en el quehacer político
Cuando Santa Elena se convirtió en provincia su fundamento era: mejores días para los peninsulares, no mejores días para unos cuántos. Por eso somos críticos, cuando el pueblo se queja que no lo reciben las autoridades, que no tienen servicio de agua, electricidad o telefonía, o que algunos alumnos son rechazados de la universidad por incapacidad de las autoridades, peor de situaciones que rayan en el dolo.
Nuestra crítica ha sido siempre constructiva, para que los elegidos asuman su cargo con honradez, no nos interesa el personaje de turno, sino su función, si no cumplen los objetivos de servir al pueblo, intentamos hacerle ver que están errados, si consideran que esta actitud de análisis es atentar a su gestión o buen nombre, es decisión de ellos, pero, el pueblo no puede quedar abandonado y la sociedad peninsular estancada una vez más. Click en Me Gusta si te agrada este artículo