La gobernadora de la provincia de Santa Elena, planificó en días pasados, acertadamente una reunión para tratar sobre el grave problema de la inseguridad ciudadana. a la misma habían sido invitados los Burgomaestres, Prefecto, Dirigentes Parroquiales, Barriales, Policía, Fuerzas Armadas, Medios de Comunicación, Juntas Cívicas, Corte de Justicia, entre otras. No todos asistieron y es lamentable.Ella dirigió la reunión y presentó un esquema que partía del ministerio de gobierno, para que la policía, y la ciudadanía participen y colaboren amalgamadamente en busca de la ansiada paz y tranquilidad para la ciudadanía. Pero no se logró ningún avance, más aún de pronto surgieron discrepancias y justificaciones de parte y parte, que no contribuye, ni permite avisorar una luz al final del túnel.
Y es que la solución , sin quererlo será represiva al final, porque la policía tendrá que hacer su papel con la experiencia que tiene en ello y para lo que han sido preparados.
El que toda la población tenga empleo no significa que la delincuencia bajará a cero, pero defintivamente bajará. Sin embargo, a esa gran necesidad de la población joven que según las últimas encuestas el desempleo está entre el 14% y el 17 %, se la rodea, se la observa, pero, no se la apoya y la juventud se desperdicia.
Este es un problema de Estado, que debería coordinar con los municipios para a través de un presupuesto social y programas de desarrollo, se de oportunidades y créditos a muchos jóvenes que están ansiosos de progresar en lo que saben. Para evitar que caigan en manos de chulqueros desalmados que se cree están cobrando a su manera. Todo esto acompañado de una juventud que por ahora en pequeñas proporciones está cayendo en la drogadicción, con lo cual el control antidelincuencial se agrava .
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